
¿Lograré despertar emociones en el lector al que llevo en mis viajes laberínticos al mundo interno de mis figuras? ¿Tocaré su alma?
Leer, adentrarse en un libro, dejar que lo imaginado de otro penetre en uno, haga su efecto ahí, en nuestras entrañas, es el principio de una relación de amor indefinida donde el que escribe es, aparentemente, el más importante.
Sin embargo, el escritor sólo existe, respira y espera, siente y vive cuando hay un lector.
Nadie escribe para ser leído por él mismo.
Necesito la reacción, los comentarios y pensamientos de mis lectores. Cada uno de Uds. es valioso e importante para mí.